Guía de preparación y presentación de una solicitud de declaracion de propiedad saludable

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha actualizado, por primera vez desde 2011, su guía de ayuda sobre cómo preparar y presentar una solicitud de declaración de propiedad saludable.

Esta actualización está en consonancia con la orientación científica general que la EFSA publicó el año pasado sobre el proceso de evaluación de una declaración de propiedad saludable ofreciendo a los solicitantes una mejor compresión de los criterios de evaluación.

La guía presenta un formato estandarizado para todas las solicitudes y detalla el tipo de información y datos que los solicitantes deben presentar para sustentar sus claim.

Esta actualización incorpora la experiencia adquirida durante estos últimos años en el proceso de evaluación de las declaraciones de propiedades saludables.

Un expediente de solicitud debe incluir, además de la información administrativa y técnica requerida, datos sobre la caracterización del alimento o componente alimenticio para el cual se hace el claim y la información para permitir la caracterización del efecto declarado y datos para justificar la declaración de propiedad saludable.

La actualización supone un proceso de evaluación más eficiente beneficiando a los solicitantes y a los consumidores, aunque es cierto que, aún continúa pendiente la revisión de unos criterios de evaluación más adecuados a las necesidades del consumidor en materia de complementos alimenticios, es decir, unos criterios que permitan a los consumidores tener acceso a información sobre los beneficios saludables de determinados ingredientes.

Estos criterios de evaluación más adecuados a las necesidades del consumidor, va a ser importante para la toma de decisiones del consumidor con respecto a su alimentación y además va a contribuir a proteger sus intereses económicos.

Aunque es cierto que, los fabricantes de complementos alimenticios no pueden comunicar cuál es el beneficio del producto o para qué está destinado, por lo que existen en el mercado muchos productos sin la más mínima información sobre su destino y utilidad.

El Reglamento 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos establece un estrecho margen en relación con la permisividad a los fabricantes de complementos alimenticios de comunicar cuál es el beneficio del producto o para qué está destinado.