Los operadores de empresas alimentarias desempeñan un papel crucial en la creación y mantenimiento de una cultura sólida de seguridad alimentaria. Al fomentar la concienciación, la capacitación, el compromiso de la alta dirección y la participación de los empleados, y al establecer procedimientos adecuados y promover la mejora continua, se puede lograr una cultura de seguridad alimentaria robusta y eficaz Y sobre esto habla la guía en cultura de seguridad alimentaria del grupo Food Drink Europe.

El objetivo de la presente guía es proporcionar orientación sobre:

  1. Las principales implicaciones que se desprenden del marco legislativo
  2. los principios generales y herramientas que podrían utilizarse para desarrollar y medir una cultura de Seguridad Alimentaria
  3. ejemplos de Buenas Prácticas para la aplicación de esta cultura

En septiembre de 2020, la Comisión del Codex Alimentarius (CAC) adoptó una revisión de su norma mundial sobre Principios generales de higiene de los alimentos1 (CXC 1-1969).

En 2021 siguió la Comisión Europea con el Reglamento (UE) 2021/3822 e introdujo el capítulo XI bis sobre cultura de la seguridad alimentaria en el anexo II del Reglamento (CE) n.º852/2004 sobre Higiene de los Alimentos.

La importancia de definir roles y expectativas en la cultura de seguridad alimentaria: Sistema de gestión y APPCC.

Una cultura de seguridad alimentaria, se trata de la organización interna y, a diferencia de la cultura corporativa, no puede definirse como una cultura general. Cada grupo, disciplina, departamento, función, persona suele tener diferentes tareas de seguridad alimentaria y expectativas asignadas.

Es importante definirlos en el sistema de gestión de seguridad de la empresa, que incluye el sistema de gestión de análisis de peligros y puntos críticos de control (APPCC).

A continuación se presentan los elementos clave de una cultura de seguridad alimentaria:

  • El compromiso de la dirección para garantizar la producción y distribución segura de alimentos Un liderazgo orientado a la producción de alimentos sin riesgos.
  • La participación de todos los empleados en las prácticas de seguridad alimentaria.
  • El reconocimiento de los peligros que amenazan la inocuidad de los alimentos y la importancia de la seguridad e higiene de los alimentos para todos en el negocio.
  • La comunicación abierta y clara entre todos los empleados.
  • La disponibilidad de recursos para garantizar la seguridad, higiene y manipulación adecuada de los alimentos.

Implementación de la cultura de seguridad alimentaria: consideraciones clave para empresas alimentarias

De acuerdo con el Reglamento, la implementación de la cultura de la seguridad alimentaria deberá tener en cuenta la naturaleza y el tamaño de la empresa alimentaria.

Además, entre otras consideraciones, la gerencia de un FBO deberá verificar que los controles sean implementados, medidos y revisados. Además, asegurarse de que se cuente con capacitación y supervisión apropiadas y repetidas para el personal.

Debe fomentarse la mejora continua del sistema de gestión de la inocuidad de los alimentos (FSMS) y debe tenerse en cuenta los avances en ciencia, tecnología y mejores prácticas.

El Desarrollo de una cultura de inocuidad de los alimentos requiere una planificación organizacional cuidadosa, así como esfuerzos continuos en capacitación y comunicación.

A continuación se describe un ejemplo de un plan de diez puntos para desarrollar una cultura de inocuidad de los alimentos según Food Drink Europe

1. La alta dirección debe comunicar los objetivos SMART5 y expectativas a los diferentes niveles de negocio y disciplinas;

2. Establecer una estructura transparente de consulta horizontal y vertical;

3. Desarrollar una estrategia corporativa y de cadena de seguridad alimentaria;

4. Promover un entorno en el que las personas puedan comunicarse libremente sobre desviaciones (internas)

5. Visibilidad y conciencia de gestión: una gestión visible y comprometida que es consciente de los riesgos para la inocuidad de los alimentos y promueve activamente una cultura de la inocuidad de los alimentos;

6. Empoderamiento, gestión, competencias, posición, modelo a seguir deseado comportamiento: empoderar a los empleados a través de la formación y proporcionar gestión con las competencias para actuar como modelos deseados para la cultura de la inocuidad de los alimentos, mientras responsabiliza a los empleados por sus acciones;

7. Hacer que la cultura de la inocuidad de los alimentos sea visible y medible;

8. Disponibilidad y comunicación de recursos, arreglos, instalaciones y protocolos: dotar a los empleados de los recursos e instalaciones necesarios es esencial para garantizar que puedan realizar su trabajo de manera segura y eficaz;

9. Comunicar periódicamente los avances en materia de inocuidad de los alimentos;

10. Implementar programas de inducción de personal nuevo, capacitación y educación con medidas de rendición de cuentas y orientar hacia la cultura de inocuidad alimentaria deseada y adaptación de subculturas.

Avanzando hacia una cultura sólida de seguridad alimentaria: la clave para productos confiables y de calidad.

Es crucial que una cultura sólida de garantía de la seguridad de los alimentos se esfuerce constantemente por progresar. Esto implica examinar y renovar regularmente las políticas y los procedimientos internos, adoptar nuevas tecnologías y mejores enfoques, y motivar a los empleados a brindar retroalimentación y sugerencias para mejorar.

Cuando se detectan problemas relacionados con la seguridad de los alimentos, es esencial contar con una comprensión clara y un plan de acción correctivo eficiente en su lugar. Esto abarca la investigación, el registro y la implementación de medidas correctivas para prevenir la recurrencia de incidentes similares en el futuro.

Establecer una sólida cultura en torno a la seguridad de los alimentos requiere el compromiso y la participación activa de todos los integrantes de la organización, así como una constante búsqueda de mejoras. Al otorgar máxima importancia a la cultura de la seguridad de los alimentos, las empresas operadoras de alimentos pueden disminuir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos, infecciones, contaminación cruzada y reacciones alérgicas, a la vez que generan confianza y lealtad entre los consumidores.

Por consiguiente, es esencial que los FBO prioricen la cultura de la seguridad alimentaria para asegurarse de ofrecer productos seguros y de alta calidad a sus clientes, garantizando así su éxito a largo plazo.