El Órgano Permanente para la Seguridad Alimentaria (OPSA) ha publicado recientemente una guía esencial para la gestión de alertas alimentarias destinada a todos los operadores del sector. Esta guía, elaborada con la colaboración de diversos expertos en política alimentaria y seguridad. Ofrece una serie de pautas y procedimientos que buscan garantizar la rápida y efectiva respuesta ante posibles riesgos para la salud de los consumidores.

Objetivos y Alcance de la Guía

El principal objetivo de la guía es proporcionar a los operadores de la cadena alimentaria herramientas prácticas y recomendaciones claras para la gestión de alertas alimentarias. La guía está diseñada para ser aplicable a una amplia variedad de operadores, desde grandes industrias hasta pequeñas empresas y establecimientos minoristas. Aunque está dirigida especialmente a las pymes, todos los operadores pueden beneficiarse de sus recomendaciones.

En comparación con la versión anterior de finales de 2020, la nueva guía introduce importantes novedades y herramientas para mejorar la verificación del sistema de gestión de alertas. Se ha incorporado una herramienta de autoevaluación, que consiste en un cuestionario en línea. Permitiendo a los operadores alimentarios realizar un autodiagnóstico de sus necesidades de mejora. Además, se incluyen recomendaciones detalladas para llevar a cabo simulacros, con el objetivo de verificar la eficacia y eficiencia del sistema de gestión. La guía actualizada también proporciona los puntos de contacto de las comunidades autónomas y detalla la información que debe ser suministrada a las autoridades competentes en caso de surgir un problema.

Estructura de la Guía

La guía se organiza en varios capítulos, cada uno abordando una fase crítica de la gestión de alertas:

  1. Prepararse para la gestión de alertas: Incluye sistemas de detección y seguimiento necesarios.
  2. Investigación y evaluación de la situación: Detalla los pasos para identificar y evaluar los riesgos.
  3. Comunicación con la Autoridad Competente: Proporciona directrices para la notificación oficial y la cooperación con las autoridades.
  4. Gestión interna: Aborda la comunicación entre operadores y con los consumidores, así como la inmovilización, retirada y recuperación de productos.
  5. Verificación del sistema: Recomienda simulacros y evaluaciones periódicas para asegurar la eficacia del sistema de gestión de alertas